¿Por qué nos vinculamos como lo hacemos?
- Red de Salud Mental Argentina
- 28 may
- 4 Min. de lectura
El estilo de apego es una forma de entender cómo construimos nuestras relaciones más cercanas: cómo buscamos afecto, cómo reaccionamos ante la distancia o el conflicto, y qué tanto confiamos en el otro. Esta teoría, desarrollada por John Bowlby y ampliada por múltiples investigaciones, muestra que nuestras primeras experiencias emocionales moldean nuestros vínculos en la vida adulta.
¿Que es la Teoría de Apego?
El apego es un vínculo emocional profundo y duradero que se establece entre una persona y sus figuras significativas, especialmente durante la infancia. Este concepto fue desarrollado por el psiquiatra y psicoanalista John Bowlby, quien demostró que los seres humanos nacemos con una necesidad biológica de conectarnos afectivamente con otros.
El sistema de apego cumple una función esencial: brindarnos seguridad emocional y ayudarnos a regular el estrés, en especial frente a situaciones de amenaza, malestar o incertidumbre. Es, en cierto sentido, nuestro primer modelo de protección y consuelo.
¿A que edad pensas que comienza a desarrollarse el apego del infante hacia su figura?
0%8 meses
0%1 año y 6 meses
0%3 años y 9 meses
0%5 años
Durante los primeros años de vida, el apego se forma a partir de las interacciones con nuestros cuidadores. Si estas figuras fueron sensibles, disponibles o impredecibles, eso deja una huella emocional que moldea nuestras expectativas sobre la intimidad, la confianza y la forma de relacionarnos con los demás. Aunque surge en la infancia, el apego nos acompaña a lo largo de toda la vida, influyendo especialmente en nuestras relaciones más cercanas en la adultez, como las relaciones de pareja
¿Sabias que.... Bowlby se inspiró en los patitos?
Se vio profundamente influenciado por los estudios del etólogo Konrad Lorenz, quien investigaba el comportamiento de animales recién nacidos, especialmente los patos. Lorenz observó que, al nacer, los patitos seguían instintivamente al primer objeto en movimiento que veían, generalmente su madre. A este fenómeno lo llamó "impronta"
Los 4 estilos de apego y los vínculos
El estilo de apego es la manera en que aprendimos —desde nuestras experiencias tempranas— a construir lazos afectivos y a sentirnos seguros o inseguros en nuestras relaciones. No es algo fijo, pero suele influir en cómo nos vinculamos en la adultez, sobre todo en relaciones amorosas.
Apego seguro
"Puedo confiar en mi pareja, y también en mí."
Se formó a partir de cuidadores que fueron sensibles y disponibles emocionalmente.
Las personas con apego seguro se sienten cómodas con la cercanía, expresan lo que sienten y confían en el otro.
Ejemplo: pueden pedir apoyo cuando lo necesitan, sin sentir vergüenza ni miedo a ser rechazados.
Apego evitativo
"No necesito a nadie. Prefiero no involucrarme demasiado."
Surge cuando los cuidadores fueron fríos, distantes o emocionalmente inaccesibles.
Estas personas tienden a evitar la intimidad, les cuesta confiar y suelen reprimir sus emociones.
Ejemplo: pueden sentirse incómodas cuando su pareja intenta acercarse emocionalmente.
Apego ansioso
"¿Y si me deja? ¿Y si no me quiere tanto como yo?"
Se desarrolla cuando los cuidadores fueron impredecibles: a veces presentes, a veces ausentes.
Las personas con apego ansioso temen ser abandonadas y suelen buscar validación constante.
Ejemplo: necesitan pruebas frecuentes de amor y pueden sentir celos o ansiedad fácilmente.
Apego temeroso (también llamado desorganizado)
"Quiero estar cerca… pero algo me detiene."
Generalmente aparece en personas que vivieron experiencias traumáticas o relaciones muy caóticas.
Estas personas desean la intimidad, pero la temen al mismo tiempo. Pueden ser impredecibles o ambivalentes en sus vínculos.
Ejemplo: se acercan, pero luego se alejan repentinamente; sienten desconfianza incluso cuando hay cariño.
¡Ahora con los datos del cuestionario, grafica tu estilo de apego!
¿El estilo de apego se mantiene fijo a lo largo del tiempo y con todas las personas es igual?
No necesariamente. Si bien el apego se forma en la infancia y tiende a influir en nuestras relaciones adultas, no es un rasgo rígido o inmutable.
La investigación actual sostiene que:
El apego es relativamente estable, pero puede cambiar a lo largo del tiempo, especialmente a partir de:
Experiencias significativas (por ejemplo, una relación de pareja estable y segura).
Procesos terapéuticos o reflexivos.
Cambios personales y evolutivos.
El estilo de apego puede variar entre relaciones.Una persona puede mostrar un estilo de apego seguro con su pareja, pero un estilo más ansioso o evitativo con un progenitor, amigo o figura de autoridad.
Entonces, unas últimas consideraciones
Conocer tu estilo de apego no es un rótulo, sino un punto de partida ya que como mencionamos antes, no es definitivo y nunca se repite en diferentes vínculos de la misma manera.
Nos ayuda a entender cómo nos vinculamos con los demás, cómo respondemos frente a la intimidad, la cercanía o el conflicto, y qué aprendizajes podemos integrar para relacionarnos de manera más sana.
Tu estilo puede haber surgido de experiencias tempranas, pero no es una sentencia. Es una guía para mirar hacia adentro, explorar nuestras emociones y, si lo deseamos, trabajar con ellas en terapia.
💬 Si algo de lo que surgió te resonó, podés guardarlo, compartirlo o conversarlo con alguien de confianza.
🧠 Y si sentís que querés profundizar más, siempre es buen momento para empezar a hacerlo acompañado.
Respuesta de cuestionario
La respuesta es la A: partir de los 8 meses comienza a desarrollarse el apego de un infante hacia su figura de apego a través del olfato y mirada!
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